Por Enrique Monterroza
“Goza de la vida con
la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados
debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la
vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol”
Eclesiastés 9:9
Este día quiero
comenzar una serie de devocionales para matrimonios, ya que considero que un
matrimonio bendecido, será un matrimonio explosivo para la obra del Señor.
Tratare cada semana de orientar un devocional especialmente para matrimonios,
esperando con todo mi corazón que el Señor pueda bendecidnos y ministrarnos.
Realmente no
acostumbro escribir para matrimonios, no porque no tenga conocimiento, pues yo
mismo estoy casado desde hace pocos años, pero no se necesita estar casado
cincuenta años, para poder ver qué áreas del matrimonio se tienen que
fortalecer para no caer en fracasos.
El matrimonio es
lindo, cuando era soltero oía del matrimonio, veía matrimonios, tenía una idea
de lo que podría ser el matrimonio, pero cuando ya estuve en los zapatos del
Matrimonio me di cuenta que NO SABIA NADA. Que era otro mundo y que lo que me
habían contado o yo había especulado, era TOTALMENTE distinto a lo que
realmente el Matrimonio era.
Cuando novio solo
pensaba en pasar tiempo con la novia, frente al televisor tomados de la mano,
comiendo bocadillos, mientras se daba la hora de despedirnos. Ahora ya casados
hay muchas cosas de que preocuparse para mantener un hogar y sobre todo una
familia.
Pero considero que
una de las cosas importantes para que un Matrimonio pueda mantenerse siempre
fortalecido y que la llama del amor nunca se apague es: SALIR DE LA RUTINA.
SALIR DE LA RUTINA.
La verdad es que
todos aquellos que estamos en la barca del Matrimonio no me dejaran mentir, que
hay algún momento dentro de la relación que todo se convierte en una rutina que
se repite semana a semana.
Levantarse,
cambiarse, desayunar y salir a trabajar, es una rutina que no podemos cambiar,
trabajar durante el día, llegar a casa cuando el sol se está ocultando, cenar y
luego descansar para terminar el día durmiendo, se puede convertir en una
rutina que al no darnos cuenta puede ser dañino para nuestro Matrimonio.
Es necesario
comprender que necesitamos salir de esas rutinas, de esas rutinas que quieren
llevar nuestro matrimonio a algo monótono que a su tiempo aburre, estresa y
sobre todo hace perder el encanto que un día hubo.
¿No te ha pasado que
has visto parejas que de novios eran un amor el uno para el otro y que ahora
después de unos meses o años de casado, no se soportan el uno al otro?, si se
da, es duro decirlo, pero a veces hasta es normal, el esposo por eso quiere
pasar el mayor tiempo posible fuera de la casa para no tener que pelear cada
vez que llega, o la esposa trata por todos los medios de hacer cualquier cosa
para no estar atendiendo a su esposo para no pelear con él.
Es extraño que esto
se de en un matrimonio cristiano, pero ¡Ojo! Los matrimonios cristianos tienen
la misma probabilidad de caer en esto que cualquier otro matrimonio, el hecho
de que seamos cristianos no quiere decir que vamos a estar exentos de esto, es
por esa razón que personalmente recomiendo algunas cosas para no caer en esa
rutina aburrida y que roba bendición:
1. Llámale a tu cónyuge en algún espacio en el día: Quizá tengas un día muy atareado como muchos los tenemos, pero te
aseguro que si en el transcurso del día le llamas a tu cónyuge y le dices lo
mucho que la amas, eso hará que la rutina cambie. A veces los pequeños detalles
son los más importantes, tu puedes tener todo el dinero del mundo y querer
ganar su amor y respeto a base de bienes y cosas materiales, pero no hay como
los pequeños detalles que además de no tener grandes costos crean un respeto,
una admiración y sobre todo hacen crecer ese amor que los unió desde un
principio. Por esa razón te invito a que apartes un tiempo del día para hacer
una corta llamada, algo como: “Hola amor, solo te llamaba para decirte lo mucho
que te amo y lo importante que eres en mi vida”. Te aseguro que esas cortas
palabras harán que el corazón de tu amada o tu amado se escape a salir,
seguramente tendrás una cena deliciosa.
2. Llévale rosas de vez en cuando: pareciera de película, pero no te imaginas lo importante que son
las rosas para las mujeres. Todavía recuerdo la primera vez que le regale rosas
a mi esposa, ¡Lloro!, y es que yo era de esos que pensaban: “Las rosas ¿Para qué?,
es demasiado cursi”, pero cuando lo hice me di cuenta que ese detalle puede
cambiar por completo tu perspectiva de las rosas. No hay nada mejor que llegar
un día de trabajo con un ramo de lindas rosas y obsequiarlas a tu esposa. ¡Eso
es salir de la rutina!
3. Salgan a cenar o a comer fuera de casa: Yo sé que muchas veces la economía no da para mucho, pero hay
lugares a los que podemos salir sin necesidad de gastar grandes cantidades de
dinero. Una buena forma de salir de la rutina es salir a comer a fuera, que tu
esposa descanse de hacer comida una noche o un día y salir a comer, pero
hacerlo especial, ir a disfrutar y no solo por compromiso o por hacerlo. Salir
a comer tendría que ser algo especial, tener tiempo para platicar y para pasar
momentos juntos que seguramente mucho lo necesitan. ¿Y los niños que los hago?,
busquemos a un familiar o a una persona de confianza que nos ayude con ellos,
es importante que se dediquen tiempo el uno para el otro, una noche o un rato
en el día que dejes a tus hijos con alguien de confianza no hará que tus hijos
te olviden o te dejen de querer. Tenemos que comprender que los hijos cuando
crezcan y se casen se irán de casa, pero nuestra esposa y nosotros los esposos
siempre estaremos juntos.
4. Una Carta escrita o un Correo Electrónico: Cuando andábamos de novios le escribíamos cartas y cosas lindas
para conquistarlas, ahora de casados no escribimos ni un “Te amo” ni siquiera
en una servilleta. Una buena manera de salir de la rutina es sentarte en tu
computadora y escribir unas líneas a tu amada o a tu amado, expresarle en pocas
palabras lo impórtate que es en tu vida y lo mucho que lo amas o la amas. Esa
Carta tiene que ser escrita con mucho amor y tiene que ser sincera, escribir lo
que tú sientes realmente, sin esconder nada. Te aseguro que esa carta o correo
electrónico hará que tu día sea más placentero, tu esposa te recibirá como un
rey.
Estos son cuatro
cosas muy sencillas y que te ayudaran a salir un poco de la rutina del
Matrimonio, recuérdate que cada día que pasa es un nuevo día en donde no
debemos de dejar de conquistar el corazón de nuestro cónyuge, vivamos cada día
tomados de la mano de Dios para que su amor pueda resplandecer en nuestra vida
y podamos trasmitirlo a nuestro ser querido.
El matrimonio no es
solo un día feliz, como lo fue nuestra boda, sino que el matrimonio es todos
los días que Dios nos ha permitido vivir junto a esa persona, hasta que la
muerte nos separe.
¿Quieres darle un
nuevo aire a tu Matrimonio?,
Entonces SAL DE LA
RUTINA.
N° Veces Vista
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