23 de septiembre de 2014

Cual Es Tu Excusa?


"¡El que quiere hacer algo, encuentra el camino. El que no quiere hacer nada, encuentra una excusa!" Anónimo

Hoy quiero compartir acerca de las excusas o mentiras que nos decimos para no alcanzar el éxito en las relaciones, en el matrimonio, en el trabajo, en fin en todas las áreas de la vida. Hay un proverbio francés que dice: "El que se excusa a si mismo se acusa". Esto es traducción de Excusatio non petita, accusatio manifesta. "una excusa no pedida es acusación manifiesta". ¿Cuántas veces en la vida usted se ha excusado?


Entre las excusas más comunes en el matrimonio tenemos:

*       Tenemos que hablar (preferentemente por SMS o te envío un E-Mail, recuérdame tu PIN)).

*       Tengo la sensación de que nos estamos alejando.

*       Tú nunca tomas la iniciativa, siempre tengo que ser yo.

*       Será mejor que nos demos unos meses para respirar.

9 de septiembre de 2014

Cuando El Amor Falla

Muchas parejas se lamentan de que la pasión y el amor intenso que había entre ellos al principio se ha ido desvaneciendo hasta quedar convertido en una sombra de lo que fue o ha degenerado hasta transformarse en un continuo enfrentamiento plagado de rencores, distanciamiento y luchas de poder. Sin embargo, aún pueden quedar rescoldos de lo que fue y en muchos casos el amor sigue todavía vivo y deseando poder expresarse plenamente de nuevo. En estos casos hay cosas que puedes hacer para mejorar tu relación, como las que exponemos a continuación.


 - Acepta a tu pareja tal y como es, con sus defectos y virtudes. Es posible que tu pareja tenga costumbres o comportamientos que no te gustan y tienes todo el derecho a pedirle que cambie, pero si te empeñas en que debe cambiar a toda costa, en que es inadmisible ese comportamiento, lo más probable es que sólo consigas enfadarte. Muy pocas personas van a cambiar si alguien les exige que debe hacerlo, les reprocha, les regaña, les insulta, etc. Lo más probable es que en vez de cambiar se enfaden y sigan en sus trece. Tendrás más probabilidades de éxito si primero aceptas que tu pareja es como es y estableces una diferencia entre sus comportamientos y la persona. Es decir, puedes aceptar a tu pareja aunque no aceptes algunos de sus comportamientos. Después tendrás más éxito en el siguiente punto: la influencia.

- Deja que tu pareja ejerza una influencia sobre ti, al igual que tú deseas influir en tu pareja. Ten en cuenta que influencia no es lo mismo que control o dominancia. La influencia es algo que eliges voluntariamente cuando aceptas una sugerencia de otra persona o cuando haces un cambio en tu comportamiento tras una petición. Por ejemplo, si alguien te pide un favor y se lo concedes, has dejado que esa persona ejerza una influencia sobre ti porque así lo has querido. Si confundes esto con la dominación o el control vas a tener problemas en tus relaciones, pues puedes acabar llevando la contraria a tu pareja en todo momento o veros envueltos en luchas de poder para ver quién domina a quien. Por supuesto, cuando tu pareja te pida que hagas (o cambies) algo, tienes derecho a negarte si consideras que es una petición poco razonable o atenta contra tu integridad o libertad personal, pero si no es así y si entiendes que su postura es lógica y razonable pero te estás negando por principio o por egoísmo, estarás poniendo en peligro tu relación.

- Autonomía. No establezcas relaciones de dependencia de tu pareja hacia ti. Pregunta a tu pareja cuáles son sus metas y sus deseos, las cosas que son importantes para ella o él, tanto en vuestra relación como en la vida en general y dale tu apoyo y tus ánimos en su intento de lograrlo. Reconoce que tiene su propia vida, y sus propios sueños, aparte de los sueños que ambos compartáis. No establezcas relaciones basadas en el egoísmo.

- No establezcas relaciones basadas en el miedo al abandono. Si piensas que amas tanto a tu pareja que te morirías si te dejase y sientes celos a menudo o ansiedad ante la posibilidad de un abandono, recuerda que eso no es amor, sino dependencia. Empieza a pensar que sí podrías soportar un abandono, que puedes vivir sin esa persona y sin pareja, como hace tanta gente tras las rupturas, y que podrías encontrar a alguien de quien volver a enamorarte. Si pierdes ese miedo tendrás más posibilidades de que vuestra relación funcione y serás más feliz, mientras que si vives la relación con ansiedad, celos y posesividad, estarás comprando todas las papeletas para que eso que más temes ocurra de verdad. Deja libre a tu pareja.

- Expresa aprecio y cariño. Hazle cumplidos, dile lo que te gusta de él o ella, dile que te ha parecido interesante algo que ha dicho, sé detallista, etc. Incluso si hace algo que te desagrada, trata de buscar un aspecto de esa conducta que sí te gusta. Por ejemplo, si grita demasiado a tus hijos, puedes decirle que aprecias su interés y su esfuerzo por educar a los niños, y luego dile lo que te molesta de esa conducta y sugiérele otras alternativas.

- Aceptar las críticas. Cuando tu pareja te critica, considéralo como una crítica constructiva. Ten en cuenta, que las críticas suelen darse cuando estás haciendo algo que molesta a otra persona y su crítica es una petición de cambio, no necesariamente un intento de herirte. A veces, tu pareja puede usar un tono que no te gusta para hacer dicha crítica (sobre todo si está enfadao/a). Trata de separar esos dos aspectos:

1) lo que está diciendo.
2) el tono que utiliza.

De este modo podrás decirle algo como: "Me parece razonable lo que estás diciendo, pero me ha molestado (o dolido) el tono con que lo has dicho". Si te fijas sólo en el aspecto negativo, vas a rechazar una sugerencia que, de otro modo, podría resultarte lógica o constructiva. Por otro lado, no veas las críticas como un deseo de control, sino como una propuesta que puedes aceptar o rechazar sin necesidad de sentirte ofendido por ello.


- Concede a tu pareja el derecho a equivocarse. Esto significa que le concedes el derecho a criticarte sin fundamento, a hacerte una petición injusta o a no comprenderte de vez en cuando, del mismo modo que tú también cometerás esos errores alguna vez. De este modo tendrás más probabilidades de arreglar los conflictos de manera constructiva. En vez de enfurecerte y atacar a tu pareja por haberse portado injustamente contigo, reconoce que nadie es perfecto y explícale lo que te ha molestado, dile cómo te has sentido y pídele que trate de no volver a hacerlo.

4 de septiembre de 2014

La Crisis En El Matrimonio

Si tu matrimonio está atravesando una crisis, significa que está enfermo, necesita atención!

Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización emocional, caracterizado por la incapacidad del individuo para enfrentar una situación particular y obtener un resultado positivo o dar alguna solución al problema.

Una crisis matrimonial ocurre cuando los cónyuges no saben cómo manejar sus diferencias y como consecuencia se ofenden mutuamente, llegando al extremo de lastimarse muy seriamente o llegar al punto de que ya no le importa nada a alguno de los dos, o a los dos. Esto es lo que llamamos un divorcio emocional o una crisis de cuidados intensivos.

Un matrimonio llega al punto de crisis cuando no se atendieron los síntomas y se dejo continuar con el problema de irrespeto, desconsideración, egoísmo, etc; que normalmente empieza con discusiones por asuntos cotidianos, pero se va agravando con múltiples incrementos en el tono agresivo de la voz, ataques verbales mutuos, actitudes de indiferencia, presión emocional y en algunos casos hasta violencia doméstica.

La actitud del perdón sincero para pedirlo, como para darlo y de manera incondicional es un elemento fundamental para controlar o al menos mitigar las crisis matrimoniales. Pero además de esto, se debe concientizar sobre las raíces que generaron la crisis, para buscar soluciones integrales que acepten los dos.

Las raíces de las crisis son generalmente diferencias de criterio en cuanto a cómo manejar los asuntos del diario vivir. Para resolver estas raíces, tenemos primero que nada, aceptar que existen esas diferencias, aceptar que es probable que no siempre tengamos la razón, aceptar que hay sentimientos de dolor y tristeza en nuestro corazón, pero también que tenemos que cambiar varias actitudes y aprender a ser más tolerantes.

1 Pedro 3:8-9 En fin, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables. No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados a heredar bendición.

Si tu matrimonio está en una fase muy avanzada de crisis, evidentemente será más difícil recuperarlo, pero no imposible. Para los que están en Cristo, todo es posible. Lo mejor que se puede hacer es tratar de revivirlo con paciencia, con mucha suavidad y ternura. Se debe asumir una actitud muy humilde y perdonadora, pero a la vez transparente y sincera; para expresar los sentimientos en tono restaurador. Hágalo con ayuda capacitada.

Hay casos en los que ya la descomposición emocional es tan fuerte que aparentemente ya no hay solución. Sin embargo debes seguir tratando de hacer lo correcto como hijo(a) de Dios y de buscar la ayuda adecuada. Y todo lo que hagas, hazlo como para Dios. Colosenses 3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. La actitud de los hijos de Dios, es hacer las cosas bien aunque pensemos que el cónyuge no lo merece, pero lo hacemos esencialmente para honrar a Dios y su palabra. Eso es FE!

No sabemos en qué estado real está tu matrimonio hoy, pero si sabemos que nuestro Padre Celestial nos ha dejado las herramientas, para que aquellos que vivimos con la identidad de hijos de Dios, podamos ponerlas en práctica y resolver cualquier tipo de crisis. No es fácil, pero con paciencia y humildad y en obediencia a la palabra de Dios, si es posible. Frecuentemente se requiere de una ayuda externa calificada. Búscala hoy mismo.

Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!

Luis Y Hannia Fernandez

2 de septiembre de 2014

Reflexiones Sobre el Amor y la Pareja

Duele amar a alguien y no ser correspondido. Pero lo que es más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sientes.


Tal vez nosotros debamos conocer a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo...


Una de las cosas mas tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo, y sólo para darte cuenta que al final no era para ti y lo tienes que dejar ir.


Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.

Darle a alguien todo tu amor nunca es un seguro de que te amará, pero no esperes que te amen, sólo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece sé feliz porque creció en el tuyo.

"La capacidad de reír juntos es el amor" (Françoise Sagan, escritora francesa)

Hay cosas que te encantaría oír y que nunca escucharás de la persona que te gustaría que las dijera. Pero no seas tan sordo para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón.

El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado, a aquel que aun cree, aunque haya sido traicionado, a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado y a aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo.

"Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado" (Alfred Tennyson, poeta inglés)

Nunca digas adiós si todavía quieres tratar, nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando, nunca le digas a una persona que no la amas si no puedes dejarla ir.

Demasiado Tarde, Una Bella Reflexión De Un Matrimonio

Cuando llegue a casa esa noche mientras mi esposa servía la cena, la tome de la mano y le dije: tengo algo que decirte. Solo se sentó a comer en silencio. Yo podía observar el dolor en sus ojos.
De pronto ya no sabía cómo abrir mi boca. Pero tenía que decirle lo que pensaba. Quiero el divorcio……le dije lo más suave que pude.

Mis palabras parecieron no molestarle. Al contrario, muy tranquilamente me pregunto, ¿por qué?

Evite su pregunta con mi silencio, esto le hizo enfurecer. Tiro los utensilios y me grito, ¡no pareces hombre! Esa noche, ya no hablamos más. Ella lloraba en silencio. Yo sabía que quería saber que le había pasado a nuestro matrimonio. Pero yo no hubiera podido darle una respuesta satisfactoria. Mi corazón ahora le pertenecía a Eloísa. Ya no la amaba, solo me daba lástima.

Con un gran sentido de culpa, redacte un acuerdo de divorcio en el que le daba nuestra casa, nuestro auto y un 30% de las acciones de mi empresa

Después de leerlo ella lo rompió en pedazos. La mujer que había estado diez años de su vida conmigo ahora era una extraña. Me sentí mal por todo ese tiempo y energía que desperdicio conmigo. Todo eso que yo nunca le podría reponer. Pero ahora ya no había marcha atrás, yo amaba a Eloísa.

Por fin mi esposa soltó el llanto frente a mí, eso era lo que yo esperaba desde el principio. Verla llorar me tranquilizaba un poco, ya que la idea del divorcio que me preocupaba tanto ahora era más clara que nunca.

El siguiente día, llegue a casa muy tarde y ella estaba en la mesa escribiendo algo. Yo no había cenado, había pasado un día muy intenso con Eloísa y tenía más sueño que hambre y mejor me retire a dormir.

Desperté en la madrugada, ella todavía estaba escribiendo. La verdad no me importo y solo me acomode de nuevo en cama y seguí durmiendo.

En la mañana me presento sus condiciones para aceptar divorciarse: No quería nada de mí, pero necesitaba un mes antes de firmar el divorcio, me pidió que en ese mes tratáramos de vivir una vida lo más normal posible. Sus razones eran simples: nuestro hijo tenía unos exámenes muy importantes en este mes y no lo quería mortificar con la noticia del matrimonio frustrado de sus padres.

Esto era algo en lo que yo también estaba de acuerdo. Pero había más, me pidió que me acordara como la cargue el día de nuestra boda.

Quería que cada día de este mes, la cargara de nuestro cuarto hasta la puerta de la casa……. pensé que se estaba volviendo loca. Pero decidí aceptar este raro requisito con tal de que este mes pasara sin más peleas o malos momentos.

Le platique a Eloísa de las condiciones que puso mi esposa……se rio bastante y pensó que era muy absurdo. Dijo en tono burlón: no importa los trucos que se invente, tiene que aceptar la realidad que se van a divorciar.

Desde que le exprese mis intenciones de divorcio mi esposa y yo no teníamos ningún contacto íntimo. El primer día que la cargue se me hizo un poco difícil. Nuestro hijo nos vio y aplaudió de felicidad al vernos y dijo, papa me da gusto que quieras mucho a mi mama. Sus palabras me causaron un poco de dolor. Desde nuestra habitación hasta la puerta de enfrente camine como diez metros con ella en mis brazos. Ella cerró sus ojos y me dijo al oído que no le dijera al niño del divorcio. Me sentí muy incómodo, la baje y ella camino a tomar el autobús para ir a trabajar. Yo maneje solo a mi trabajo.

El segundo día fue un poco más fácil. Ella se recargo ligeramente en mi pecho. Podía oler la fragancia de su blusa. Me di cuenta que desde hace tiempo no le había puesto mucha atención a esta mujer. Me di cuenta que ya no era tan joven, había un poco de arrugas en su cara, su pelo ya mostraba canas. Ese era el precio de nuestro matrimonio. Por un minuto me pregunte que si yo era el responsable de esto.

A el cuarto día, cuando la cargue. Sentí que regresaba un poco de intimidad. Esta era la mujer que me había dado diez años de su vida.

El quinto y sexto día, me di cuenta que el sentimiento crecía otra vez. No le platique nada de esto a Eloísa. Conforme los días pasaban se me hacía más fácil cargarla. Quizás el ejercicio de hacerlo me estaba haciendo más fuerte.

Una mañana la vi que estaba buscando un vestido para ponerse, pero no encontraba nada que le quedaba. Solo suspiro y dijo, todos mis vestidos me quedan grandes. Es ahí donde me di cuenta que por eso se me hacía muy fácil cargarla. Estaba perdiendo mucho peso, estaba muy pero muy delgada.

De repente entendí la razón……estaba sumergida en tanto dolor y amargura en su corazón. Inconscientemente le toque la frente.

Nuestro hijo entro en ese momento y dijo, Papá es tiempo que cargues a mamá. El ver a su papá cargar a su mamá todos los días se le había hecho costumbre. Mi esposa le dio un fuerte abrazo. Yo mejor mire hacia otro lado por temor a que esta conmovedora imagen me hiciera cambiar de planes. Entonces la cargue, y empecé a caminar hacia la puerta, su mano acaricio mi cuello, y yo la apreté fuerte con mis brazos, justo como el día que nos casamos.
Pero su estado físico me causo tristeza. Ese día, cuando la cargue sentí que no me podía ni mover. Nuestro hijo ya se había ido a la escuela. La abrasé fuerte y le dije, nunca me di cuenta que a nuestra vida le hacía falta algo así.

Me fui a trabajar…..salte fuera de mi auto sin poner llave a la puerta. Temía que cualquier momento podría cambiar de opinión…..subí las escaleras, Eloísa abrió la puerta y le dije, Lo siento mucho pero ya no me voy a divorciar.

No podía creer lo que le estaba diciendo, hasta me toco la frente y me pregunto si tenía fiebre. Quite su mano de mi frente y le dije de nuevo. Lo siento Eloísa, ya no me voy a divorciar. Mi matrimonio era muy aburrido porque ni ella ni yo supimos apreciar los pequeños detalles de nuestras vidas. No porque ya no nos amaramos. Ahora me doy cuenta que cuando nos casamos y la cargue por primera vez esa responsabilidad es mía hasta que la muerte nos separe.

Eloísa en este momento salió del shock y me dio una fuerte bofetada, y llorando cerro su puerta. Corriendo baje las escaleras y me fui de ahí.

Pare en una florería, ordene un bonito ramo para mi esposa. La chica me pregunto qué le ponía a la tarjeta. Sonreí y escribí,” siempre te llevare en mis brazos hasta que la muerte nos separe”

Esa noche cuando llegue a casa, con las flores en mis manos y una sonrisa en mi cara, subí a nuestro cuarto……..solo para encontrar a mi esposa en su cama…..Muerta…Había callado la enfermedad que la consumía sin decirme nada…Ella tenía cáncer y le quedaba un mes de vida, ella me pidió la cargara durante ese mes, solo para que nuestro hijo tuviera su ultimo recuerdo de sus papitos juntos y felices


Los pequeños detalles es lo que de verdad importa en una relación. No la mansión, el carro, propiedades o dinero en el banco. Estos crean un falso sentido de felicidad que no lo es todo. Mejor encuentra tiempo para ser el amigo de tu esposo o esposa, y tómense todo el tiempo necesario con esos pequeños detalles que hacen la diferencia. Que tengan un feliz matrimonio.